El Acebo es uno de nuestros pueblos bercianos que conserva todo su encanto y sus tradiciones. Paso obligado para los peregrinos que hacen el Camino de Santiago, se nos muestra como un pueblo tranquilo, de montaña, con casas de piedra y balconadas de madera.

Es uno de los primeros pueblos del Camino de Santiago a su paso por el Bierzo y desde su privilegiada situación nos regala una maravillosa vista del valle del Bierzo que no podéis perderos. Además de su entorno natural podemos visitar su iglesia de San Miguel, que alberga una bella escultura románica policromada.

En los días de invierno, con una alfombra de nieve a nuestros pies y el calorcillo del sol de mediodía , es muy recomendable dar un agradable paseo y disfrutar del aire limpio y las vistas.

Y para reponer fuerzas y espantar el frío nada mejor que una buena comida de la zona. En los restaurantes encontramos platos caseros tradicionales de nuestro querido Bierzo: botillo, embutidos, caldos, potajes y cocido berciano, tiernas carnes rojas y deliciosos postres caseros. El regreso es sencillo, desde aquí y hasta Molinaseca todo es descenso. Este es otro pueblo que también llama nuestra atención, pero esto será otro día.