Son muchos los viticultores que hoy en día cultivan la vid en espaldera, permitiéndoles reconducir el crecimiento de las cepas facilitando así la vendimia mecanizada. Para este tipo de cosecha se usan máquinas vendimiadoras que realizan la recolección a base de sacudidas laterales sobre la planta.

Las ventajas de esta forma de actuar recaen sobre todo en la reducción considerable de tiempo tanto en la propia recogida como en el periodo de entrega en la bodega. Otra ventaja sobre la recogida manual es la posibilidad de realizar la vendimia nocturna lo que permite recoger la uva a una temperatura más baja y evitar su oxidación.

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