Febrero es el mes del carnaval, de los disfraces y los desfiles con trajes llenos de colorido. El Bierzo también celebra esta tradicional fiesta año tras año, haciendo frente al frío que en esta época del año suele imperar.

Y como en cada fecha señalada, las pastelerías nos invitan a degustar un postre especial. Típicas de esta zona del norte son las denominadas «Orejas de Carnaval». Un dulce sencillo pero muy apetitoso. Reciben su nombre debido a su singular forma, que recuerda en modo alguno las orejas de un cerdito.

Tradicionalmente se hacían con manteca de cerdo, un ingrediente muy oportuno en estas fechas después de la matanza pero muy calórico y actualmente caído en cierto desuso.

Aquí os dejamos un versión más actual de este postre para que lo podáis disfrutar en casa.

Ingredientes:

– 3 huevos
– 5 cucharadas de azúcar
– 2 tazas de aguardiente o anís
– 1 taza de aceite
– harina
– azúcar glass o canela molida

*Medidas: taza pequeña de café

La preparación es muy sencilla. Batimos los huevos, que luego mezclaremos con el aceite, la leche, el aguardiente/anís y el azúcar. A la mezcla se añade harina hasta conseguir una masa compacta, que no se pegue en los dedos. Estiramos la masa hasta conseguir una fina capa, cortamos y damos forma a las orejas que luego freiremos en abundante aceite bien caliente. Retiramos a una fuente y espolvoreamos con azúcar glass o canela, según gusto.

Opcionalmente se le puede añadir levadura en polvo para que la masa suba y sea más esponjosa. Si no lo hacéis el resultado será mucho más crujiente.

Este ducle es delicioso, pero solo apto para mayores. Si hay peques en casa suprimir la parte alcohólica de los ingredientes.