El Bierzo ofrece una iniciativa de turismo inteligente y sostenible que gira entorno a la comarca. Conocidas, hay un total de 15 rutas que a lo largo de 330 kilómetros recorren todo el perímetro de la comarca circular.

RUTAS

Camino de la Herrería: Peñalba de Santiago – El Acebo, (18,4 km). Desde el Valle del Silencio y su iglesia mozárabe hasta uno de los pueblos del Camino de Santiago, El Acebo, pasando por Compludo y su antigua herrería.

Camino de las Aguas: El Acebo – San Facundo, (18,3 km). A lo largo del curso de los ríos, atravesamos por bosques de robles, pinos y exuberante vegetación. Zona caracterizada por su encanto y quietud.

Camino del Carbón: San Facundo – Folgoso de La Ribera, (20 km). Nos encontramos con el mundo de la minería, donde los antiguos lavaderos de carbón se mezclan con el paisaje de sotos de castaños.

Camino del Urogallo: Folgoso de la Ribera – Colinas del Campo, (29 km). Estamos en la Cordillera Cantábrica y uno de los últimos sitios habitados por el urogallo. Terminamos en Colinas del Campo, declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.

Camino del Oso: Colinas del Campo – Salentinos, (15 km). Una de las etapas más duras para encumbrar el pico Catoute (2.117 m), territorio del oso pardo. En el “Techo de El Bierzo” la espléndida visión del entorno recompensa el esfuerzo.

Camino de los Prados: Salentinos – Páramo del Sil, (13,5 km). Afrontamos la etapa más corta donde los bosques de robles y los prados dominan el camino.

Camino de las Danzas: Páramo del Sil – Peranzanes, (20,5 km). El valle de Fornela es famoso por sus Danzas de Trascastro, que se celebran cada año el 15 de agosto. Terminamos en Peranzanes o “pueblo de las iglesias”.

Camino de los Celtas: Peranzanes – Pereda de Ancares, (26 km). Ruta de gran atractivo cultural que nos permite un acercamiento a los castros, poblados circulares prerromanos de origen celta (Castro de Chano).

Camino de las Brañas: Pereda de Ancares – Campo del Agua, (21 km). Las brañas son zonas altas cubiertas de pastos donde, en primavera y verano, se alimentaban los rebaños. Nos acercaremos al valle glaciar de Burbia.

Camino de las Pallozas: Campo del Agua – Balboa, (30,5 km). Etapa muy larga que nos acerca a zonas donde la palloza es el máximo representante de su arquitectura rural. Moradas circulares de adobe y piedra, con teito de paja, en cuyo interior se dividía el espacio para los dueños y su ganado.

Camino do Demo: Balboa – Herrerías de Valcarce, (15,5 km). En Parajís nos encontramos con la Ermita del Santo Ángel, que acoge en su interior la imagen de un demonio (O Demín de Paraxís). Recorreremos una antigua calzada romana y restos de ferrerías del pasado siderúrgico de la zona.

Camino del Wólfram: Herrerías de Valcarce – Cadafresnas, (22,2 km). Debe su nombre a las minas de wolframio que aparecen en la ruta, explotadas en la II Guerra Mundial por el régimen franquista para abastecer a los alemanes. Un hermoso recorrido a través de bosques en la Sierra de La Lastra.

Camino de los Castaños: Cadafresnas – Sobrado, (20,5 km). Una de las zonas europeas con mayor cantidad de castaños. Atravesamos por Viariz, Hornija y Cabeza de Campo hasta llegar al río Selmo, famoso por la calidad de sus truchas.

Camino del Oro: Sobrado – Las Médulas, (18,4 km). Nos encaminamos hacia la mina de oro romana, visitando antes el embalse de Peñarrubia y el lago artificial de Carucedo.

Camino del Silencio: Las Médulas – Peñalba de Santiago, (30 km). Cerramos el círculo regresando a la Tebaida Berciana, antigua morada de monjes. A través de antiguos canales romanos llegamos a la cumbre de la Aquiana.