La temporada de castañas ya está muy avanzada en el Bierzo. La actividad es incesante y los pueblos bercianos recobran su espíritu emprendedor. La recolección es sencilla, tan solo requiere de esfuerzo y tiempo. Cuando la castaña está madura, el erizo se abre y se cae al suelo, por lo que se recogen solo las castañas caídas. Se seleccionan in situ, en función a su tamaño y se desechan aquellas que están abiertas, picadas o verdes.
Hoy en día la recogida de la castaña se puede hacer de forma tradicional, manual, o ayudados por aspiradores. Estos succionan el fruto y lo depositan en un contendedor. Durante el proceso es probable que hojas, piedras y castañas no válidas sean recogidas, por lo que en este caso la selección se realiza a posteriori.
En el Bierzo son muchas las variedades de castañas que se cultivan: parede o pared, navia, rapona, de presa, injerta, raigona, courelá; y dependiendo de la zona de recolección el nombre puede variar.