El Bierzo no es solo un lugar, es una comarca llena de buenas gentes. Personas que se han ganado el afecto de los demás, con su forma de ser sencilla, cercana, alegre, y que hoy en día forman parte de nuestra historia más reciente. Un ejemplo de esto es la figura del «barquillero», recordado por muchas generaciones y reconocido por los más jóvenes gracias a la figura que honra su persona en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada.
Quienes lo recuerdan pintan siempre en su cara una sonrisa amable, con gafas y boina y acompañado siempre por el dulce olor de los barquillos. Pocos conocen su nombre, pues para todos es conocido como el «barquillero». Pepe Cortés endulzó varias generaciones, era fácil encontrarlo por el parque de El Plantío. A los niños les dejaba girar la ruleta y les hacía entrega de su barquillo siempre con una sonrisa.
Hoy en día su escultura de bronce nos recibe en la plaza del Ayuntamiento, para recordarnos que aunque el tiempo pasa las personas queridas perviven en la memoria.