Frijoles, judías, alubias, habas… da igual cómo las llames, las habas son unas legumbres que podemos degustar frescas en la cocina de enero a junio. Son ricas en proteína vegetal, también poseen hidratos y fibra que nos ayuda a regular el tránsito intestinal. Además, y aunque podamos pensar lo contrario, su contenido en grasas es casi nulo. Su efecto sobre la báscula dependerá, claro está, de con qué las acompañemos.
Conocimiento básico sobre las habas
Las habas son las semillas de las plantas con flores de la familia Fabaceae y se clasifican como legumbres. Crecen en vainas o cápsulas que se desarrollan a partir de las flores. Otras legumbres son los guisantes, los cacahuetes y las lentejas.
Las habas contienen aminoácidos, que son los bloques de construcción de proteínas que el cuerpo utiliza para sanar y para crear nuevos tejidos, como los huesos, los músculos, el pelo, la piel y la sangre. Las proteínas son un nutriente esencial.
Aspectos nutricionales
Las habas son un alimento muy nutritivo debido a su contenido en vitaminas A, del grupo B (B1, B2, B3, B6, B9), C y por los minerales que posee, destacando, particularmente, el hierro, el calcio, el fósforo y el potasio.
Es beneficioso su consumo en casos de anemia, colesterol, hipertensión, dietas de adelgazamiento, y en general para mantener una buena salud. Además, tienen un índice glucémico bajo, por lo que son recomendables para personas con diabetes.
Aquí os dejamos con una deliciosa receta: chocos con habas.