Esta iniciativa trata de recuperar los espacios muertos de los mercados tradicionales, ofreciendo a los clientes una visión diferente del espacio y su utilización. De tal forma que son muchos los negocios de hostelería que han abierto su “puesto” es diferentes mercados repartidos por todo el territorio nacional.
Uno de los más afamados es el Mercado de San Miguel, en Madrid. Un mercado histórico que data del siglo XIX y el único mercado de hierro conservado en la actualidad. Su aspecto exterior no difiere de lo fue y en su interior se descubre una gran oferta culinaria con pinchos, tapas y diversas delicatesen. En su inmensa estructura de hierro destacan sus lámparas industriales.
Algo similar, pero a menor escala, se ha puesto en práctica en el tradicional Mercado de Abastos de Ponferrada, donde la zona alta había quedado desierta de ocupación y se ha recuperado para dar salida a esta iniciativa. Así, el pasado 5 de diciembre de 2012 abrieron sus puestos los gastrobares, con gran afluencia de público que no quiso perderse esta inauguración.
Es un espacio destinado al ocio, con variedad en vinos y tapas, repostería artesanal, pinchos, aperitivos… Su decoración y mobiliario está marcado por el entorno, de forma que siguen una estética con un aire retro e industrial, con lámparas industriales y una zona central a modo de terraza.
¿Ya lo conoces?