San Martín

Un año más afrontamos el mes de diciembre con frío, ilusión por la proximidad de la Navidad y la presencia del San Martín, las tradicionales matanzas que se realizan a lo largo y ancho del Bierzo.

San Martín

El San Martín o Sanmartino, existe desde hace tiempos remotos en diversos países Europeos, cada uno con sus costumbres y peculiaridades. Aquí, en el Bierzo, como en otros lugares, siempre ha tenido un lado festivo y de celebración, pues es un momento de reunión familiar que se extiende durante varios días, donde se reparte el trabajo entre hombres y mujeres.

La matanza del cerdo es una tradición familiar que se remonta en el tiempo y que ha perdurado hasta nuestros días, sobre todo en el medio rural. Esta actividad se ha profesionalizado siendo varias las empresas que se dedican al embutido y comercialización de productos derivados del cerdo.

En las casas donde todavía se celebra, se convierte en un día de trabajo y festividad. La familia se reúne para ayudar en las labores que han de realizarse: despiece del cerdo, picado de la carne, adobo y salazón, embutido y cura.

Un trabajo tradicional

El adobo es uno de los procesos más importantes, normalmente realizado por la mujer de la casa con mayor experiencia. Una mezcla de sal gruesa, pimentón dulce y picante, orégano, ajo y agua conforman el adobo que dará a la carne su particular sabor. Otras piezas, como las costillas y los jamones, se salan y se mantienen bajo la sal durante varios días.

Los embutidos se cuelgan en varales donde permanecerán varias semanas para su ahumado y secado.

La matanza se desarrolla en 3-4 días laboriosos, pero se disfruta y comparte durante todo el año. De aquí, además, sale nuestro delicioso Botillo del Bierzo. Y como no, los chorizos, las androllas, los salchichones… Productos típicos del invierno y de la gastronomía berciana.