Felicidades madres bercianas.

Acabamos de pasar la celebración de el Día de la Madre. Hemos podido ver como los restaurantes de nuestra comarca este fin de semana se llenaban de familias unidas por lo mismo: las madres.

Y es que qué figura une más a la familia que la de las madres.

Fueron nuestras abuelas y bisabuelas las que sostenían a los pueblos. No solo por su labor en la crianza. Lo cierto es que mientras los hombres se iban a trabajar a las minas, ellas se encargaban del ganado, la casa, la huerta, los hijos e incluso llegaban a ir a trabajar a otras casas para aumentar los escasos ingresos del núcleo familiar.

Para más inri, todo esto lo hacían en una época en la que apenas se las tenía en cuenta para nada, pero en la que, relamente eran el sustento de todo.

Las madres bercianas, que decir de ellas que no se sepa.

Muchas son las historias que se cuentan de ellas que a día de hoy no podemos ni llegar a concebir. Cuentan los vecinos de Burbia como una de las vecinas del pueblo subió a cuidar de las vacas a punto de dar a luz a la loma del pico Mostallar. Allí, sola, tuvo al pequeño y regresó el mismo día de vuelta al pueblo. Parace una anécdota pero, lejos de serlo, es una más de las histórias que podemos aprender si escuchamos sus sabias palabras.

Enseñanzas son las que nos han dejado como legado. Las abuelas, madres y tías. Ese era su perfil y lo recordamos con cariño porque sabemos que lo dieron todo por mantener a los demás y eso tiene mucho valor.

Solo deciros : Gracias madres. Habéis sido, sois y seréis la base del mundo que nos hacen ser lo que hoy somos.

Desde Cocina del Bierzo os estamos enternamente agradecidos.

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