Hay una hermosa leyenda que habla de las “Siete hermanas perdidas en el Bierzo”. Cuenta la historia que hace mucho tiempo, siete jóvenes y hermosas mujeres se acercaron al Bierzo siguiendo la ruta Jacobea. En el alto de Foncebadón, mayor de ellas se detuvo a cuidar de la más pequeña aquejada por unas heridas en los pies. Las otras cinco aprovecharon esta parada para reconocer el camino que les esperaba y quedaron maravilladas ante el paisaje. Emocionadas, se pusieron a caminar y cuando se dieron cuenta ninguna de ellas veía a sus compañeras.
Cuando la hermana mayor las echó en falta se fue a buscarlas, dejando a la pequeña descansando a la orilla de una fuente. Al no encontrarlas regresó al punto de partida pero la hermana pequeña ya no estaba. Desesperada le pidió ayuda a un pastor, quien le aconsejó se subiera a la montaña más alta para poder ver a sus hermanas. Desde allí pudo ver a sus hermanas cada una en un sitio diferente.
En cada uno de esos lugares se levantó una ermita para dar culto a una Virgen: Virgen de la Peña en Congosto, de las Nieves en Valdeprado, de las Angustias en Cacabelos, de los Escallos en Manzanedo de Valdueza, de la Guiana en pico de dicho monte, de la Encina en Ponferrada y de Fombasallá en Paradaseca.