El origen de esta bebida es, hoy en día, todavía confuso. La teoría más aceptada sitúa su origen en la península ibérica a principios del s. XIX, y sin embargo, si nos remontamos más atrás, seguiremos encontrando indicios de bebidas muy parecidas a la sangría.

También se atribuye el origen de la sangría a los ingleses, así, de hecho lo describía el padre Estaban Torres en su Diccionario del castellano, donde explicaba que era una bebida común de las colonia inglesas y francesas de América, situando pues su originen en las Antillas, y cuyo nombre provendrían de la palabra sangaree.

De todas formas, venga de donde vega, lo cierto es que nada nos impide disfrutar de esta bebida dulce, ideal para refrescarnos en estos meses de verano.