Hablar de otoño, es hablar de la castaña, un fruto que para la gente del Bierzo, y para la gran mayoría de personas, no necesita presentación. Te contamos algunas curiosidades de las castaña:
Casi la mitad de la composición de las castañas está formada por hidratos de carbono, haciendo de ellas un alimento muy energético, ideal para apaciguar el hambre en los días más duros del invierno. Quizá por eso, la castaña fue una importante fuente de alimentación en el sur de Europa, en el sudoeste y este de Asia y también en el este de Norteamérica, durante la Edad Media.
Aunque las castañas se pueden comer crudas, lo forma más frecuente de degustarlas es cocidas o asadas, y es precisamente asadas como más fama tienen gracias al festejo del magosto que se celebra en tantas y tantas localidades bercianas.
Pero la castaña puede ofrecernos todavía un sin fin de posibilidades. Con ella podemos elaborar harina de castaña con la que preparar bizcochos, pasteles, pan y pasta, además de crema de castaña, e incluso cerveza, vino y hasta leche.
¿Quien nos iba a decir que un producto tan pequeño podía darnos tanto?