Hay cosas obvias en cuanto hablamos de las ciruelas, sabemos que es una fruta pequeña, dulce y jugosa, y que proviene del ciruelo. Lo que quizá no sepamos es que forma parte de las Rosáceae, una familia que engloba más de 2.000 especies de plantas herbáceas.

Otro aspecto de las ciruelas que probablemente desconozcamos es su origen y cómo llegó hasta nuestras tierras. Lo más seguro es que ciruela europea común se originara en la región del Cáucaso y el Mar Caspio, difundiéndose después hacia Europa y Asia. El ciruelo japonés es originario de China. Lo que sí parece mucho más claro es que, de acuerdo con los primeros escritos, la ciruela es una especie que tiene una antigüedad de al menos 2.000 años.

En el mundo se producen sobre unos 7.000.000 de toneladas de ciruelas y España es uno de los mayores productores en la Unión Europea.

Las ciruelas son muy ricas en vitaminas y poseen beneficios ideales para mejorar el estreñimiento y el tránsito intestinal.

Propiedades y beneficios

La ciruela es una fruta pequeña pero muy grande en beneficios.

Algunos de los principales nutrientes que se encuentran en una ciruela cruda son los siguientes:

Fibra alimentaria: Como sabemos, la fibra alimentaria es muy importante para el buen funcionamiento de la digestión, ayudando a prevenir problemas como el estreñimiento.
Vitamina C: necesaria para las reacciones de las enzimas. También es un importante antioxidante.
Vitamina K: la vitamina K regula la coagulación de la sangre y los procesos metabólicos de los huesos.
Potasio: mineral de enorme importancia para las funciones del sistema nervioso.
Sorbitol: es un compuesto orgánico que tiene propiedades laxantes. El consumo de ciruelas puede ayudar a tratar los problemas de estreñimiento.

Además de comerlas crudas, las ciruelas también se pueden consumir en mermelada, en postres como tartas o como ciruelas pasas.